viernes, 14 de marzo de 2014

RESEÑA DE ARTÍCULO

A continuación
presentamos el ensayo fruto de leer el texto de Funes:


CÒMO  TRABAJAR CON ADOLESCENTES SIN EMPEZAR POR CONSIDERARLOS UN PROBLEMA
Jaume Funes Artiaga

La adolescencia representa una conmoción emocional interna , una lucha entre el deseo humano eterno a aferrarse al pasado y el igualmente poderoso deseo de seguir adelante con el futuro. (Louise J. Kaplan)

ABSTRACT

El artículo describe las crisis en la adolescencia y la necesidad latente por parte de los educadores  de conocer, entender y abordar la etapa evolutiva por la que atraviesan, teniendo en cuenta que como profesionales, tenemos el deber de acompañarlos en su proceso, facilitándoles el hecho de que aprendan, conozcan, tengan opción de experimentar, el adulto  acompaña, debe estar siempre al lado, disponible frente a lo que pueda suceder, debe tener capacidad para corregir, motivar, dar ideas, en ocasiones empujar si es el caso  con el fin de lograr reacciones y cambios en sus vidas, la adolescencia es un proceso que requiere de tiempo, paciencia, disponibilidad y capacidad de entendimiento, teniendo claro que los resultados no se podrán ver en el momento sino con el tiempo, dependiendo en gran medida de la ayuda que como profesionales  podamos brindar.

Palabras clave: adolescente, transición, acompañamiento,prevención.





Introducción

El caos emocional y la necesidad de conocer propia en la etapa de la adolescencia pueden ser superados de acuerdo a la manera como sean vistas cada una de estas situaciones por parte del adulto, los verdaderos profesionales deben partir del conocimiento que se tenga de esta etapa evolutiva, que se convierte en uno de los principales retos educativos, teniendo en cuenta que debemos prepararnos en analizar si verdaderamente lo que se propone en la escuela corresponde a los intereses de los jóvenes y puede aportar  a las perspectivas de futuro que cada uno tenga.
Un aspecto relevante que propone Funes es el hecho de que la adolescencia como tal no existe, sino que existen los adolescentes, esta etapa es caracterizada por dos grandes ejes; en primer lugar un aspecto puramente evolutivo y en segundo plano un aspecto meramente social.
Concebir la adolescencia como una condición transitoria , problematizadora y constructiva es el punto de partida del autor para la construcción de un enfoque de intervención basado en la orientación, en el acompañamiento.

Abandono de la adolescencia como problema
La tesis que propone el autor de manera explícita es “Es importante conocer y entender la complejidad del mundo adolescente, para lograr desarrollar metodologías adecuadas que permitan el éxito en cada una de las actividades que se realizan con ellos, teniendo como punto de partida la necesidad educativa  de saber cómo son, para lograr explicar las razones de su conducta.”(FUNES.2003).
Para argumentar la tesis el autor propone una línea compositiva en el marco del acompañamiento, para efectos de las adicciones lo denominaremos “prevención”; en este sentido señala aspectos relevantes para la intervención-acompañamiento a saber:

a. Conocer los comportamientos propios de los adolescentes y el fin último de los mismos.
b. Intentar leer siempre en primer lugar sus conductas en clave de adolescente.
c. Dejar de considerar la adolescencia como una etapa uniforme, por esta razón se habla de preadolescencia, adolescencia y postadolescencia.
d. Tener en cuenta las diferencias de género, ya que los comportamientos entre niños y niñas varían, se adaptan diferente, se relacionan de acuerdo a sus intereses particulares  y utilizan variadas estrategias para buscar soluciones a sus dificultades.
e. Dentro de las estrategias utilizadas para trabajar con ellos, se debe hablar de acompañar, es decir ir al lado, estar detrás, disponible, dispuesto para realizar las correcciones formativas que considere necesarias.
f. para comprender la realidad del adolescente, se debe tener en cuenta el concepto de transición (Paso de una situación educativa a otra), itinerario (recorrido por las diferentes etapas), proceso (Sucesos, aprendizajes, experiencias).
g. Se trata de facilitar que conozcan, que aprendan, que vivan ocasiones en las que puedan experimentar, sin olvidar que en todo momento necesitan ayuda para llenar sus vacíos y fortalecer sus actitudes mientras llega el momento de enfrentarse a otra etapa de su vida.
h. Tener claro como legado de los maestros, “Tú tarea educativa no es inútil. De momento no se nota demasiado, pero más adelante podrá comprobar que ha servido”. (Funes, 2003)

La educación y la Prevención
Desde el punto de vista educativo y preventivo la escuela contribuye al desarrollo de la identidad y la aceptación de si mismo, la autoestima, la resistencia a la presión del grupo asi como la promoción de valores y hábitos contrarios al uso indebido de drogas.
Cuando la escuela asesora y orienta al adolescente en los distintos aspectos que pasan a ser preponderantes en su vida y sus relaciones: la sexualidad, el grupo de amigos, la experimentación de nuevos roles, su identidad personal, su tiempo libre, etc. cumple su verdadero rol: educar.
Cabe decir entonces : Educar es Prevenir.


Prevención y adolescencia
En todo proceso de intervención o tratamiento, se debe, en primer lugar conocer la población sujeto de estudio, u objeto dentro del campo de intervención; este debe considerarse como un punto de partida obligatorio para entramar toda una línea de investigación y posterior desarrollo de un programa o proyecto de prevención.
Para argumentar cualquier programa de prevención es importante- por no decir obligatorio -  conocer, delimitar y contextualizar la población; este es un hecho indudable  y que en muchas ocasiones se desconoce hasta por los más experimentados preventologos, en cierta medida  el punto inicial de todo modelo preventivo debe ser el conocimiento de primera mano de las personas con quien se va a trabajar, en este sentido Funes propone la adolescencia como etapa transitoria y provisional rica en cambios psicológicos que conducen a la maduración posterior al darse el paso a la adultez social.
Dentro de esta etapa evolutiva y social es menester abordar el concepto <<adolescente>>, si bien es sabido que desde diversas disciplinas se cataloga a los adolescentes como una etapa problemática , otros autores señalan que la adolescencia ni siquiera existe , “El adolescente tiene una gran necesidad de reconocimiento y aceptación para formarse un concepto positivo de sí mismo”(HOURMILOGUE.            1997); solo existen los adolecentes; al saber esto se debe adentrar – el preventologo- en conocer los intereses, horizontes, limitaciones, problemas, fortalezas, sueños , aspiraciones, intenciones; pues si no se parte de una fundamentación valedera como la realidad” real” del adolecentes, se estarán diseñando programas o proyectos de prevención alejados de la realidad enmarcados en suposiciones y sueños inconclusos.

A manera de conclusión
Una de las característica fundamentales de la prevención debe ser un acompañamiento maduro, que exige de quien acompaña haber superado en definitiva la etapa del adolescencia, y haber dejado atrás la concepción de que el ser adolescente es un problema en sí mismo, que es una etapa para toda la vida e infructuosa a nivel personal. El adolecente no queda más remedio que acompañarlo en el camino que el debe recorrer, y si el rol del adolecente es llevar su maleta, el del educador es llenarla de provisiones.
Prevenir en esta concepción exige a todo educador tener en cuenta las siguientes consideraciones a manera de decálogo:
1.    La adolescencia no es un problema.
2.    Las crisis originada por los cambio de todo tipo en los jóvenes son necesarias y productivas.
3.    La adolescencia es provisional y transitoria.
4.    No se debe desconocer el punto de encuentro de los jóvenes y los adultos, ya que ambos tienen intereses y sueños diferentes.
5.    Es obligatorio acompañar el joven a dejar atrás la adolescencia y vincularse al mundo laboral.
6.    Acompañar al joven en las rupturas, especialmente por dilatación, fragmentación, vacío y  por estancamiento.
7.    Diferenciar la psicología y biología propia de los adolecentes, especialmente en el género.  

En conclusión la prevención va de la mano de la problematización de los adolecentes, no porque sean un problema sino porque se encuentran en una etapa problemática.


MAGDALY ARROYAVE
WILMER ARBOLEDA

MAESTRÍA EN ADICCIONES
FUNDACION UNIVERSITARIA LUIS AMIGÓ
MARZO DE 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario